...mezcla de incondicionalidad, romanticismo a ultranza, osadía, tolerancia, disposición permanente a negociar y voluntad de complacer...

La frase eso es lo mismo que me pasa a mí, yo... parece como si continuase los pensamientos del otro, como si enlazase con ellos dándoles la razón, pero eso es falso: en realidad se trata de una rebelión brutal contra una brutal violencia, de un intento de liberar de la esclavitud la propia oreja y ocupar por la fuerza la oreja del contrario. Porque toda la vida del hombre estre la gente no es que una lucha por la oreja ajena. Todo el secreto de la simpatía que despierta Tamina consiste en que no desea hablar de sí misma. Acepta a los ocupantes de su oreja sin resistencia y nunca dice: eso es lo mismo que me pasa a mí, yo...

Milan Kundera, El libro de la risa y el olvido

(...) no hay manía o fobia que carezca de grandeza, ya que ellas constituyen la originalidad de un ser humano, la mejor expresión de su soberanía.

de Los cuadernos de don Rigoberto

Los muebles nunca son un problema en las separaciones. Por más embebidos que estén de significados, siempre sirven, y esa utilidad de algún modo les permite seguir viviendo, rehacer sus vidas en condiciones y contextos nuevos. Pero las fotografías, como la mayoría de esas nimiedades simbólicas que las parejas acumulan a lo largo del tiempo, lo pierden todo cuando el contexto que les daba sentido se disuelve: no sirven literalmente para nada, no tienen ninguna posteridad.

Alan Pauls (El pasado)

Nunca tuve nostalgias. No hay época de mi vida que no recuerde con sinsabor. En todas fui el mismo - el que perdió el juego o desmereció de la poca victoria.
Tuve, sí, esperanzas, porque todo es tener esperanzas o es muerte.

barón de Teive

Toda mi vida ha sido una batalla perdida en el mapa; la cobardía ni siquiera fue en el campo, donde tal vez no la tuviese, sino en la oficina del jefe del Estado Mayor, y de él a solas con su convicción de la derrota. No se osó el plan porque iba a ser imperfecto; no se osó volverlo perfecto, aunque no pudiese realmente serlo, porque la convicción de que no sería perfecto quebró la voluntad con que él, aunque imperfecto, siempre se podría intentar. Ni me ocurrió nunca que el plan, aunque imperfecto, podía ser más perfecto que el del enemigo. Es que mi verdadero enemigo, victorioso contra mí desde Dios, era aquella misma idea de perfección, que me enfrentaba antes que todas las tropas del mundo, en la vanguardia trágica de todos los armados del mundo.

barón de Teive

( Marcado el año pasado. Que lejanos esos pensamientos..)

Estar enamorado es superarse uno mismo.

Sibila Vane